Artículo de opinión escrito por David Graeber y publicado hoy 18 de Noviembre de 2015 en The Guardian (Traducción: Leonardo Faryluk). Para acceder al original:
http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/nov/18/turkey-cut-islamic-state-supply-lines-erdogan-isis
Turquía podría
cortar las líneas de suministro del Estado Islámico.
Entonces, ¿por qué
no lo hace?
Los líderes
occidentales podrían destruir al Estado Islámico llamando a Erdogan para
pedirle que ponga fin a sus ataques contra las fuerzas kurdas en Siria y
Turquía y permitiéndoles luchar contra ISIS desde tierra.
Los líderes del G20 con Recep Tayyip Erdogan
en Antalaya el 15 de noviembre. “Podría sonar escandaloso sugerir que un
miembro de la OTAN ,
como Turquía, pudiese apoyar de algún modo a una organización que ha perpetrado
el asesinato de civiles occidentales a sangre fría”.
A raíz de los asesinatos en
París, era esperable que los jefes de Estado occidentales hicieran lo que
siempre hacen en tales circunstancias: declararles la guerra total y sin tregua
a quienes lo llevaron a cabo. En realidad no lo hicieron.
Han
tenido los medios para arrancar y destruir al Estado Islámico en sus manos hace
ya más de un año. Simplemente se negaron a utilizarlos. De hecho, mientras el
mundo observaba como los líderes realizaban declaraciones de implacable
voluntad en la cumbre del G20 en Antalaya, estos mismos líderes se codeaban con
el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, un hombre cuya posición
política, económica e incluso de apoyo militar tácitamente contribuyó a que
ISIS tuviese la capacidad de perpetrar las atrocidades de París, por no hablar
del interminable flujo de calamidades llevadas a cabo en el propio Medio
Oriente.
¿Cómo
podría eliminarse a ISIS? En la región, todos lo saben. Todo lo que funcionaría
sería dar rienda suelta a las grandes fuerzas guerrilleras Kurdas del YPG
(Partido de la Unión Democrática )
en Siria, y el PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) en Irak y
Turquía. Estas son, actualmente, las principales fuerzas que realmente están
luchando contra ISIS en estas tierras. Han demostrado ser extraordinariamente
eficaces militarmente y se han opuesto a cada uno de los aspectos de la
ideología reaccionaria de ISIS.
A
pesar de ello, el territorio controlado por el YPG en Siria se encuentra bajo
un embargo total por parte de Turquía, y las fuerzas del PKK están bajo
continuo bombardeo por las fuerzas aéreas turcas. No solamente Erdogan ha hecho
casi todo lo posible para paralizar las fuerzas que realmente combaten a ISIS,
sino que además, existe considerable evidencia que su propio gobierno, al menos
tácitamente, ha apoyado al Estado Islámico.
Podría
sonar escandaloso sugerir que un miembro de la OTAN , como Turquía, pudiese apoyar de algún modo
a una organización que ha perpetrado el asesinato de civiles occidentales a
sangre fría. Sería lo mismo que si un miembro de la OTAN apoyase a Al-Qaeda. Pero
en efecto, existen razones para creer que el gobierno de Erdogan también brinda
apoyo a la rama siria de Al-Qaeda (Jabhat Al-Nusra), junto a cualquier otro
grupo rebelde que comparte la ideología islamista conservadora. El Instituto
para el Estudio de los Derechos Humanos de la Universidad de
Columbia ha recopilado una larga lista de pruebas respecto al apoyo turco a
ISIS en Siria.
Y
luego están, las posiciones oficialmente tomadas por Erdogan. En agosto, el
YPG, recientemente victoriosos en Kobane y Gire Spi, estaban a punto de
apoderarse de Jarablus, la última ciudad en poder de ISIS en la frontera turca
que la organización terrorista había estado utilizando para reabastecer de
armas, materiales y reclutas a su capital en Raqqa – las líneas de suministro
de ISIS pasan directamente a través de Turquía.
Los
comentaristas predijeron que luego de Jarablus, seguiría Raqqa. Erdogan
reaccionó declarando una “línea roja” en Jarablus: si los kurdos atacaban, sus
fuerzas intervendrían militarmente – contra el YPG. Así que hasta hoy, Jarablus
permanece en manos de los terroristas, de hecho bajo la protección turca.
¿Cómo
es que Erdogan ha salido con esto? Principalmente, alegando que quines combaten
a ISIS son en sí “terroristas”. Es cierto que el PKK llevó a cabo una sucia
guerra de guerrillas con Turquía en la década de 1990, dando lugar a que se los
colocase en la lista de terroristas internacionales. Durante los últimos 10
años, sin embargo, ha cambiado su estrategia por completo, renunciando al
separatismo y adoptando una estricta política de no dañar civiles. El PKK se
encargó de rescatar a miles de civiles Yizadi en peligro de genocidio a manos
de ISIS en 2014, y su organización hermana, el YPG, de proteger a las
comunidades cristianas en Siria. Su estrategia se enfoca en la búsqueda de
conversaciones pacíficas con el gobierno, fomentando al mismo tiempo la
autonomía democrática local en las zonas kurdas bajo el apoyo del HDP,
originalmente un partido político nacionalista, que se ha reinventado a si
mismo como la voz de una izquierda democrática pan-turca.
Han
demostrado ser extraordinariamente eficaces militarmente y dado su abrazo a la
democracia de base y a los derechos de las mujeres, se oponen en todo aspecto a
la ideología reaccionaria de ISIS. En junio, el éxito del HDP en las urnas negó
a Erdogan la mayoría parlamentaria. La respuesta de Erdogan fue ingeniosa.
Llamó a nuevas elecciones, declaró que “iba a la guerra” contra ISIS, realizó
un ataque simbólico y luego procedió a dar rienda suelta a toda la fuerza de su
ejército contra las fuerzas del PKK en Turquía e Irak, al tiempo que denunció
al HDP como “partidarios del terrorismo” por su asociación con ellos.
A
ello le siguió una serie de atentados terroristas cada vez más sangrientos
dentro de Turquía – en las ciudades de Diyarbakir, Suruc y, por último, Ankara
– ataques atribuidos a ISIS, pero que, por alguna misteriosa razón, a veces
parecían apuntar a los activistas civiles asociados al HDP. Las víctimas han
denunciado en repetidas ocasiones que la policía impedía a las ambulancias la
evacuación de los heridos, o incluso abría fuego contra los sobrevivientes con
gases lacrimógenos.
Como
resultado, el HDP renunció a realizar encuentros políticos las semanas en torno
a las nuevas elecciones de noviembre por miedo a los asesinatos masivos, y
muchos votantes del HDP no se prestaron a las urnas permitiendo que el partido
de Erdogan asegurase su mayoría en el parlamento.
La
relación exacta entre el gobierno de Erdogan e ISIS puede ser objeto de debate;
pero podemos estar relativamente seguros de algunas cosas. De haber tenido
Turquía el mismo bloqueo absoluto del territorio con ISIS tal como lo tuvo con
las facciones kurdas en Siria, mostrando la misma especie de “benigna
negligencia” hacia el PKK y el YPG que ha estado ofreciendo a ISIS, este
“califato” manchado de sangre hace tiempo hubiese colapsado – y podría decirse
que, los ataques a París nunca hubiesen sucedido. Y si Turquía hiciese lo mismo
hoy, probablemente ISIS colapsaría en cuestión de meses. Sin embargo, ¿un solo
líder occidental ha pedido a Erdogan que haga esto?
La
próxima vez que escuches a uno de esos políticos declarando la necesidad de acabar
con las libertades civiles o los derechos de los inmigrantes debido a la
urgencia de una “guerra” absoluta contra el terrorismo ten esto en mente.
Resuelven que es exactamente “absoluto” como lo políticamente conveniente.
Turquía, después de todo, es su “aliado estratégico”. Así que luego de sus
declaraciones, es posible que se vayan a compartir una agradable taza de té con
el mismo hombre que hace posible que ISIS siga existiendo.
“A ello le siguió una serie de atentados
terroristas cada vez más sangrientos dentro de Turquía, ataques atribuidos a
ISIS, pero que, por alguna misteriosa razón, a veces parecían apuntar a los
activistas civiles asociados al HDP. Las víctimas han denunciado en repetidas
ocasiones que la policía impedía a las ambulancias la evacuación de los
heridos, o incluso abría fuego contra los sobrevivientes con gases
lacrimógenos”.
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